Dora Hernández Mariscal es la jefa de la unidad de Desarrollo Comunitario de la Dirección de Extensión y Difusión de la UACH, madre de familia y triatleta, actividades que ha combinado durante los últimos 15 años y que la han llenado de satisfacciones personales y profesionales.

Recordó que desde sus tiempos como estudiante practicó el atletismo; se casó muy joven y después llegaron los hijos, y aunque siguió corriendo, lo hizo de forma personal en carreras y maratones locales y en Estados Unidos.

Con el paso del tiempo empezó con la bicicleta y de ahí a nadar, por lo que en pocos años ya participaba en triatlones, en la categoría de media distancia, que se compone de 1.9 kilómetros nadando, 90 en bicicleta y 21 kilómetros corriendo, evento que se llevó a cabo en la presa El Rejón.

“He sido siempre una persona muy dedicada y eso me ha ayudado a poder avanzar en mi trabajo, pero también a poder trascender en lo deportivo, que es mi pasión”.

Luego de esa experiencia, participó el año pasado en el “Ironman 70.3”, con sede en Monterrey, en una competencia en la que obtuvo el pase al Campeonato Mundial, sin embargo, meses después sufrió una lesión en la clavícula que le impidió asistir a la justa que se desarrolló en Sudáfrica.

“Aunque no pude ir al mundial, agradezco estar viva, porque la lesión fue fuerte; uno de los huesos quebrados estaba muy cerca de una de las arterias. Doy gracias a Dios estar viva y lista para lo que venga”, dijo.

Dora ya se prepara para participar el año entrante en la competencia clasificatoria en Monterrey, que es la sede que más cerca le queda, por lo que buscará obtener los primeros lugares en su categoría y con ello ganar el pase al siguiente mundial.

“Nunca hay que rendirse, hay que echarle ganas a todo. Puede haber tropiezos u obstáculos, pero siempre hay que seguir adelante, nunca debemos agacharnos”, comentó la atleta y trabajadora universitaria.