Grabó en Finlandia y se presentó en Bellas Artes, actualmente participa en el proyecto Beyond Dissonance.

Desde hace un año, Julio César Rodríguez Orozco trabaja en la Universidad Autónoma de Chihuahua, comenzó sus estudios en la Licenciatura de Música, se acaba de inscribir al segundo semestre, aunque en el medio artístico local, Julio ya tiene un largo camino recorrido.

“Desde que estuve en la primaria empecé mi preparación musical”. En 1996 comenzó en teatro musical, a los 16 años ya tocaba guitarra y se inclinó por el bajo, en un grupo musical que tuvo la oportunidad de viajar a algunos estados, además de grabar una producción que fue editada en Finlandia.

Posteriormente, ingresó al Conservatorio de Música con especialidad en el Contrabajo, ha tenido la oportunidad de presentarse en la Ciudad de México en Bellas Artes y en colaboraciones con grandes maestros de la música en el país, en varios proyectos y producciones.

“Comenzar a tocar el bajo fue una buena elección, el bajo es el vínculo entre la melodía y el tiempo, une la estructura armónica y rítmica, es la personalidad de la pieza”. Julio además ha tocado el bajo en grupos de música versátil y trabaja en un proyecto con música original con otros compañeros, llamado “Beyond Dissonance”.

Su entorno y sus planes a futuro son la música, todo el día está activo, su ritmo de vida inicia desde las 7 de la mañana y termina hasta las 12 de la noche entre semana, y los fines llega hasta las 4 de la mañana, en futuro, le gustaría dar clases o un puesto administrativo.

“Las 24 horas en mi vida es música, mi esposa también se dedica a esta profesión, mis hijas igual tienen esta inquietud, por lo que siempre en mi casa hay un atril o un instrumento en cualquier habitación”, además de que cuando está trabajando, se concentra en alguna armonía o estructura.

Rodríguez Orozco tiene mucha experiencia en música, pero como él menciona, todavía falta mucho que aprender, porque “la música es una actualización constante con aprendizaje y conocimiento diario”.