Distanciamiento social y trabajo en casa.

Sin poder salir de casa, por lo esencial únicamente, en el encierro y con la rutina, son algunos de los retos en el que nos encontramos muchos en el mundo, en México, en Chihuahua. Por fortuna, el trabajo no se detiene. Las clases de licenciatura, las comisiones especiales, los cursos en línea y redacción de artículos científicos, mantienen la mente ocupada, sin caer en la depresión o desesperación en tiempos de contingencia. Además, las actividades de la casa, mantenimiento y el quehacer diario se suman a las acciones que ayudan a conservar la calma.

Las clases de licenciatura, estas han sido un gran cambio, en especial de lo presencial a lo virtual. Afortunadamente, la gran mayoría de los alumnos cuentan con algún dispositivo y conexión a internet para finalizar con el ciclo escolar. Aunque pareciera que el cambio a lo virtual es igual que las clases en salón, no es del tanto cierto y a esto le sumamos las habilidades de algunos alumnos con el manejo de las tecnologías de la información, y, por otro lado, alumnos que se enfrentan a problemas del manejo de las tecnologías. La paciencia, es una virtud que ayuda mucho para que el progreso y desempeño de los alumnos, sea el mejor. Hace falta, no en todos los casos, impulsar en los alumnos, el ser autodidactas en sus cursos y que no solo se enfoquen en los que el maestro les entrega, sino que busquen más haya. Esto, es algo de lo que me he percatado durante la contingencia.

Por lo que la actual contingencia ocasionada por el COVID-19 cambia nuestra forma de pensar sobre la enseñanza y si estamos preparados para otro evento de esta magnitud. Sin embargo, fuimos capaces de sobrellevar la situación, gracias a los avances en el desarrollo y la tecnología. La creación de plataformas para impartir clases de forma virtual, parece que ahora, más que nunca es un sector en el que hay que invertir, el tecnológico.

La situación actual, obligo a modificar en muy poco tiempo, nuestras vidas. Las restricciones de circulación, han provocado efectos negativos en la economía mundial y local, causando una pérdida masiva de trabajos, reducción en el consumo, entre otros. Debido a esto, muchas acciones se han propuesto, como el comercio electrónico, lo que ha mantenido una parte de los trabajos locales. También el sector educativo ha recurrido a esta modalidad, ofertando su repertorio académico para continuar con labores el próximo ciclo escolar. A esta última acción, también me he sumado.

Investigación durante la cuarentena.

La línea de investigación que desarrollo en la Universidad Autónoma de Chihuahua es la del Monitoreo y Evaluación de Recursos Naturales y, Ordenamiento Territorial, la cual en parte se soporta con el empleo de herramientas basadas en tecnología geoespacial, como lo son los sistemas de información geográfica (SIG) e información de sensores remotos.

La investigación durante la cuarentena se sigue llevando a cabo, sin embargo, el intercambio de opiniones, el trabajo en el laboratorio de trabajo, las reuniones presenciales, la retroalimentación, las salidas a campo o salidas a consultar información con expertos en las áreas de interés, es necesaria. Si bien, algunas de estas actividades pueden ser atendidas con plataformas digitales, pero de una u otra forma existen distractores en nuestros nuevos espacios de trabajo.

En el ámbito de la investigación del Ordenamiento Territorial, en cuanto a la cuarentena, además de las actividades académicas, algunas actividades desarrolladas por cuenta propia, se dirigen al análisis de la pandemia mediante el uso de tecnología geoespacial. La aparición y expansión del COVID-19 nos ha hecho repensar en si los modelos actuales de las ciudades, con altos índices de densidad población son los adecuados, por lo que es necesario nueva investigación sobre estos aspectos para estar prevenidos antes otros riesgos potenciales urbanos. Por lo que la investigación debe ser multidisciplinar, con un enfoque de ordenación territorial, informando a la población, sobre medidas sanitarias que deben permanecer, teniendo en cuenta el sector económico y las posibles consecuencias de que se detenga este último.

Dentro de los aspectos a considerar en el ordenamiento territorial y redireccionar esfuerzos es en la población vulnerable, como la población de edad avanzada, con carencia de servicios y con problemas específicos de salud, por lo que es necesario cuestionar el modelo de ordenación de nuestras ciudades e incorporar estos aspectos. Lo que nos pone a pensar, sobre que nuevas medidas sobre la ordenación del espacio debemos tomar y que tan resilientes son nuestras ciudades durante y después de una pandemia, lo que nos permitirá asegurar la salud y la calidad de vida de la población.

La actual pandemia ha puesto en evidencia la debilidad de nuestros modelos de ordenación del territorio y principalmente sus sistema social, económico y ambiental por lo que este es un nuevo punto de partida para ordenar el territorio de forma equilibrada y convertir esas debilidades en fortalezas. Estos sistemas, corresponden a los pilares de la sostenibilidad, lo no es nada nuevo, sin embargo, parece ser que se aceleró la necesidad de plantear un nuevo modelo de ordenamiento territorial.