Quién no recuerda aquel rostro siempre amable y sonriente que daba la bienvenida cuando abría las puertas del estacionamiento del Departamento de Bienes Patrimoniales.

Como un homenaje póstumo a un ex trabajador universitario reconocido por su honestidad, gratitud y responsabilidad, compañeros y amigos de Daniel Domínguez Cereceres, dedicaron en su honor el altar de muertos que yace en el interior del Departamento de Bienes Patrimoniales de la UACH, en el Campus 1.

“Don Dany” o “El Chavalón” como lo apodaban quienes lo conocieron y a sus 72 años de edad, siempre fue distinguido por su disciplina personal y laboral mostrada a lo largo de sus más de 40 años de prestar sus servicios en la universidad. El trascurrir de su existencia siempre fue de amor, gratitud y empatía, hasta aquel fatídico mes de enero del 2021, cuando le fue arrebatada la vida por el COVID-19.

“Don Dany”, fue más que un compañero un amigo que todas las mañanas prefería quitarse el taco de la boca para ofrecerlo a sus camaradas. “Un burrito de asado y su coquita eran su desayuno frecuente de lunes a viernes”, comentaron quienes convivían a diario con él.

“Don Dany” empezó a mostrar su desinterés por la vida meses atrás cuando la pandemia provocó que su adrenalina diaria corriera por sus venas, el hecho de no poder acudir a trabajar por las restricciones del semáforo rojo, tuvieron como consecuencias que su estado de ánimo decayera hasta que el virus lo tomó por sorpresa.

A pesar de su edad, “Don Dany” fue testigo fiel del cruce de varios rectores que transitaban desde la Rectoría hasta Palacio de Gobierno o viceversa, uno de sus empleos iniciales en la Universidad fue en el laboratorio de revelado de fotografías, hasta que como empleado jubilado, pasó sus últimos días de su vida cuidando el estacionamiento del Departamento de Bienes Patrimoniales, ubicado en la calle Séptima entre las calles Allende y Coronado de la colonia Centro.

Hoy en día don “Dany” es recordado por sus compañeros universitarios, quienes desde que se instaló su altar, le llevan a diario un artículo de regalo. Una fotografía en vida, algunas flores, varias calaveritas elaboradas con cera, un frío, pero rico montado de asado, un refresco de cola, el tradicional pan de muerto y sin faltar su botella de tequila, entre otros objetos más, permanecen en ese lugar como muestra de los gustos que se daba Don Dany.