Durante el 2012 como universitaria recién egresada, a Mayra Salazar le nació la inquietud de buscar el método más eficaz para cuidar el medio ambiente, primero cultivando cualquier tipo de planta en el patio de su casa, luego buscó que esos productos fueran sustentables, después compartió la idea y hoy en día en su maestría de Ciencias Hortofrutícolas de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la UACH, lidera uno de los proyectos ecológicos más importantes del norte del país y se llama “Libélula Verde”.

Este proyecto que se consolidó en el 2016 al constituirse como una asociación civil, busca promover el cuidado y el respeto a los recursos naturales que nos rodean, impulsando acciones agroecológicas, fomentar la plantación de productos de cualquier especie y buscar que todos esos cultivos sean sustentables.

Graduada de la carrera de Recursos Humanos del Tecnológico de Chihuahua, pero integrada desde el 2012 a la familia de la UACH en una importante área de la Facultad de Ciencias de la Cultura Física, Mayra Isabel Salazar Balderrama, tuvo la idea de buscar algún método que promoviera entre los ciudadanos la percepción de que en las grandes ciudades se pueden sembrar plantas domésticas que beneficia a la salud humana y del medio ambiente.

Fue de ahí que al realizar diversos estudios ecológicos y obtener la experiencia agrícola de otros países como Canadá, Salazar Balderrama regresó a México para que el proyecto de “Libélula Verde” se convirtiera en asociación civil y que gracias al boom provocado por las redes sociales, hoy en día aglutina a un sinnúmero de participantes.

Gracias a este proyecto ecológico, Mayra Isabel, apoyada por maestros como el Dr. Loreto Robles que es su asesor en tesis, fue inspirada para cursar la maestría de Ciencias Hortofrutícolas de Faciatec y desde ese lugar vincular las acciones de su loable asociación, con los trabajos académicos de la Universidad.

Desde la facultad, Isabel Salazar trabaja una investigación de cultivos en 16 camas biointensivas de un metro cuadrado cada una de ellas, en las que se busca demostrar a la sociedad que en pequeños espacios se pueden hacer cultivos con micro organismos benéficos y enmiendas orgánicas haciendo combinaciones para que se reproduzcan de una manera más armónicas en esos lugares.

La maestra dijo que en estos espacios biointensivos se trabaja en dos fases; la primera de ellas fue la de verano en la que se cultivan especies como el tomate, chile y calabaza, mientras que en la segunda, que es la de invierno, se producen zanahorias, acelgas, espinacas, lechugas y rábanos, estas dos fases son precisamente para constatar que las camas sean funcionales y que todo el año estén produciendo.

Cabe destacar que hablar de la asociación de “Libélula Verde” nos llevaría mucho espacio al describir que desde sus instalaciones ubicadas en la calle 24ª numero 5409 de la colonia Dale, es entidad ecologista que tiene como objetivo dar a conocer el ecologismo social a través de cursos, seminarios, intercambios, asesorías, inclusive proyectos que van enfocados al bienestar social.