
A pesar de que las tasas de interés en México se encuentran en máximos históricos, la economía no ha presentado desaceleración, sino al contrario, se ha expandido en los últimos trimestres. Lo anterior predice estabilidad en las tasas de interés cuando menos en el primer semestre del 2024, pero hay que recordar que Banxico considera las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, para realizar o no, algún movimiento, informó el Oscar Alejandro Chávez Medina, catedrático de la Facultad de Contaduría y Administración de la UACH.
lAgregó que los efectos e impacto económico de la inflación, al definirlo como el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios representativos de una economía, de aquí su importancia en el énfasis “general”, ya que si un solo producto o servicio incrementa su precio no se trata de inflación, sino de variaciones individuales por oferta y demanda.
Cabe mencionar que los bancos centrales juegan un papel crucial en la gestión de la inflación, el Banco de México (Banxico), tiene el mandato constitucional de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, dicho en otras palabras, combatir la inflación. Es por ello que el principal instrumento con el que cuenta es la manipulación de las tasas de interés, para así equilibrar la estabilidad de precios con el crecimiento económico, esta teoría económica señala que un incremento de la tasa de interés disminuye la inflación, así como también provoca el encarecimiento del crédito y subsecuentemente una desaceleración económica, mencionó Chávez Medina.
Mirando hacia el futuro, las perspectivas de inflación para este nuevo año están influenciadas por una mezcla de factores continuos y emergentes, si bien se estima que la inflación anual para 2023 terminará en un valor cercano a 4.3%, sigue siendo superior al objetivo de 3.0% establecido por Banxico. Donde se estima para este 2024 una inflación anual general de 4.0%, lo cual se consideraría como “buena”, con una tendencia a la baja.
Alejandro Chávez puntualizó: “Definitivamente, la inflación seguirá siendo un indicador económico en la cual la comprensión y gestión efectiva son esenciales para mantener la estabilidad económica y fomentar un crecimiento sostenible, es por ellos que los formuladores de políticas públicas y los actores económicos deben estar preparados para adaptarse a un entorno en constante cambio, equilibrando las medidas de control de la inflación con el estímulo del crecimiento económico”.