
Con un gran amor por los animales, la ganadería y la gente de campo, desde que era pequeño, influencia de su padre que es también ingeniero zootecnista, David Robles Lerma combina estas actividades con la de ser “Payaso Peleador de Toros” profesional, a partir de los 9 años de edad.
“Empecé con unos primos en los rodeos, es una gran pasión en la que además forjas amistades y te desarrollas en un ambiente muy bonito”, expresa David sobre su desempeño en las arenas, en lo cual le ha tocado estar en competencias de renombre nacional e internacional en México, Estados Unidos y Canadá.
Robles Lerma comparte que estos viajes han sido experiencias muy interesantes en su carrera como payaso de rodeo. Resalta que desde hace 6 años participa en competencias en circuitos como la PBR y Cuernos Chuecos, una de las ligas más importantes en México; de manera local, se preocupa por estar presente en todos los que se organizan en el estado.
Antes de llegar a ser payaso de rodeo, David experimentó el ser jinete de toros por dos años. “La verdad no era lo mío, yo veía cómo los payasos peleadores de toros cuidaban a los jinetes, cuando le quitaban un toro bravo o cuando se quedaban atorados en la montura”, platicó cómo le atrajo el dedicarse a esta actividad.
Para llegar a ser peleador de toros profesional, tomó clínicas con grandes figuras de renombre nacional e internacional, mismos que él manifiesta que son los que acreditan el nivel tan elevado que se tiene en México en este tipo de eventos.
“Como payaso peleador de toros tienes un instinto natural de proteger al jinete, que es tu amigo, además de ser una satisfacción muy grande al sentir que cuidas la vida de alguien”, menciona con orgullo el ingeniero zootecnista Robles Lerma, quien explica que los toros de reparo tienen un peso aproximado de 600 a 800 kilogramos y lo que los hacen especiales es que son impredecibles en sus movimientos.
En este sentido, recuerda cómo una vez en una arena en la ciudad de Puebla, un jinete se quedó atorado de la espuela con un amarre conocido como el pretal verijero, lo que complicó la hazaña para los tres payasos que se encontraban en ese momento, lo que tuvieron que saltar otros competidores que presenciaban la acción para apoyar.
Al continuar con la historia, platica que los payasos portan una navaja que es la que utilizan para soltar los amarres de los toros en caso de una complicación, por lo que David, en ese momento salta para tratar de liberar al jinete del toro, al lograrlo, el animal de más de 600 kilos lo empuja al “cajón” que es uno de los rincones de la arena, en ese momento le pasa uno de los cuernos exactamente entre el pecho y el cuello; “en ese momento me sentí arrinconado pero confié en poder salir con bien”.
Antes de presentarse en la arena, confiesa que aún siente cierto miedo, pero lo convierte en una adrenalina, pasión, concentrarse y estar con la convicción de salvar a sus amigos, los jinetes.
Por otro lado, David dio a conocer que los toros no reciben ningún tipo de maltrato, es simplemente un deporte, por lo que los toros, al igual que los jinetes, son atletas y son tratados como tal, con alimentación y nutrición.
Finalmente, Robles Lerma invitó a los jóvenes que están por concluir su educación meda básica y están interesados en una carrera que está cerca del campo y los animales se acerquen a la Facultad de Zootecnia a solicitar información, de igual manera, si les gustaría ser un Payaso Peleador de Toros pidan información tanto con los jinetes, como con ellos mismos.