
Romeyno Gutiérrez Luna, rarámuri originario de Retosachi, en el municipio de Batopilas, desde temprana edad tomó el gusto por el piano gracias a la presencia de su maestro y padrino, Romayne Wheeler.
Con 13 años de experiencia como músico profesional, aunque desde niño le despertó el sentido musical al ver cómo su mentor practicaba por horas en un piano que perteneció a Manuel Gómez Morín, en él tuvo sus primeras lecciones, inclusive primero aprendió piano y después español.
Romeyno, evidentemente se decidió por estudiar música, por tal motivo llegó a la capital del estado a prepararse profesionalmente, con estudios en el Conservatorio y después en la Facultad de Artes de la UACH, además de contar con cursos de la ciudad de Morelia. Desde entonces, ha estado muy activo con conciertos en Estados Unidos, México, España, Austria, Alemania, Suiza, Holanda, entre otros.
“En la sierra la música la aprendimos de oído, de un músico a otro, viéndolo y escuchando”, manifestó Romeyno, cuyo padre Juan Gutiérrez, además de ser corredor de distancia, tocaba violín; música propia de la región y en la mayoría de los casos, fabrican sus instrumentos personales.
Antes de la llegada de los Jesuitas, los rarámuri en época de frío bajan a la barranca, ya que ahí el clima es más favorable. De alguna manera se consideraban nómadas, al moverse con sus pertenencias, también viajaban con sus instrumentos musicales autóctonos, como el “Chapareque”, que es lo que usaban para hacer música, antes del violín.
Gutiérrez Luna, además de tocar un poco guitarra, se está incursionando más a sus raíces al aprender a ejecutar el “Chapareque”, declaró que ya se construyó el suyo; “lo tengo afinado como se me dio a entender, pero estoy pensando combinarlo con mi música en el piano”.
En el programa de sus presentaciones, siempre contrasta la música clásica con la música tradicional, de su tierra, pero con adaptaciones al piano, algo que lo hace más sobresaliente, único y original, mismas que ejecuta con orgullo y con un gran gusto.
Los últimos dos años, Romeyno se ha dedicado a ofrecer conciertos dentro y fuera del país, al semestre cuenta con más de 30 presentaciones. Recientemente en el Teatro de los Héroes, con lleno total en las dos funciones, y lo recabado, mencionó el pianista, fue para la construcción y equipamiento de una escuela en la colonia Ladrilleros Norte, de esta ciudad.
Pero también ha estado presente en eventos organizados en comunidades donde la mayoría de los asistentes son rarámuris y es recibido con una gran aceptación, porque “es un gran placer el saber que mi música es aceptada por las personas de mi propia la comunidad”.
Romeyno se prepara para su temporada de conciertos del año que viene, ampliar más fechas, tanto en México como en Estados Unidos, por lo que se encuentra revisando repertorio y así combinarlo con sus estudios y actualización musical.