
Destaca egresada de la Facultad de Artes por su gran trabajo con joyería y cerámica
- UACH
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- Junio 10, 2025
Ha consolidado una carrera internacional con proyectos que entrelazan cerámica, joyería y performance
La artista Gaby Híjar Soto, egresada de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, ha convertido la cerámica en un medio de exploración íntima y colectiva, donde el cuerpo, la materia y el sonido se entrelazan para construir un lenguaje artístico propio.
Con una trayectoria que abarca escultura, joyería contemporánea y performance, Híjar ha sido reconocida tanto en México como en el extranjero. Su obra ha sido respaldada por importantes estímulos como la beca "Jóvenes Creadores" de la Secretaría de Cultura (antes FONCA), la beca "Creadores con Trayectoria" del FOMAC del Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua, así como el estímulo fiscal "Eká" del Estado de Chihuahua. También ha recibido apoyos para participar en conferencias internacionales en Estados Unidos, como el NCECA (National Council on Education for the Ceramic Arts) y el Women Working with Clay Symposium.
Su propuesta artística combina técnicas tradicionales de cerámica con recursos de joyería y materiales no convencionales como hielo, cera, imanes, chocolate y agua, dependiendo del mensaje que desea transmitir en cada pieza.
Actualmente, Híjar trabaja en los resultados de su investigación más reciente, un proyecto profundamente personal titulado “Piel-Coraza”, en el que utiliza el arte para explorar su relación con el cuerpo enfermo. Diagnosticada con vitíligo, una enfermedad autoinmune que provoca la pérdida de pigmentación en la piel, la artista decidió transformar esas marcas en formas escultóricas y poéticas.
“El proyecto parte de un deseo por reapropiarme de mi cuerpo y resignificar lo que durante mucho tiempo oculté”, explica Híjar. Entre las piezas más significativas del proyecto se encuentran joyas corporales que reproducen las formas de sus manchas, utilizadas como sellos que marca sobre su propia piel, retomando el control simbólico de cuándo y cómo su piel cambia de color.
Otro componente del proyecto consiste en una escultura de barro que cubre completamente su cuerpo, representando las “corazas” que fue construyendo a lo largo de los años para ocultar su enfermedad. Finalmente, una pieza llamada “anti-armadura” protege todo su cuerpo, excepto las áreas afectadas por el vitíligo, dejándolas expuestas como un acto de afirmación y liberación.
“Crear estas piezas con la misma forma de mis manchas me ayudó a reconciliarme con algo que por años traté de esconder. Fue una forma de perdonarlas y perdonarme”, comparte la artista.
Con una carrera en pleno ascenso, Gaby Híjar no solo representa una joven promesa del arte contemporáneo, sino también una voz poderosa que, a través de la cerámica, el cuerpo y el sonido, convierte la vulnerabilidad en una forma de resistencia estética.