En el marco del primer aniversario luctuoso del escritor chihuahuense

La tarde del viernes 23 de agosto, el Museo Universitario "Quinta Gameros" fue el escenario de un homenaje al reconocido escritor Ignacio Solares Bernal, en conmemoración del primer aniversario de su fallecimiento. Durante la ceremonia, también se presentó el libro "Solares, prodigio de lo invisible", que celebra y explora la vasta trayectoria del autor.

El evento fue encabezado por el secretario general de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Ignacio Rodríguez Bejarano, quien asistió en representación del Rector, Luis Alfonso Rivera Campos, junto con el director de la Facultad de Filosofía y Letras, Javier Horacio Contreras Orozco. Entre los asistentes destacaron: Myrna Ortega Morales, viuda del escritor; distinguidas personalidades de la literatura en Chihuahua, autoridades universitarias y el diputado Gabriel Ángel García Cantú, presidente del Comité Editorial y de Biblioteca del H. Congreso del Estado.

En su discurso, Rodríguez Bejarano agradeció a Contreras Orozco por su dedicación a enriquecer la cultura, destacó el compromiso de la UACH con la comunidad literaria y subrayó la importancia de reconocer “con honor a quien honor merece”. Además, enfatizó que mantener vivo el legado de Solares es fundamental para combatir la violencia y la barbarie que enfrenta no solo México, sino el mundo entero.

Contreras Orozco elogió la obra de Solares, destacando su capacidad de síntesis y su prolífica carrera, que abarcó desde novelas hasta ensayos, teatro y cuentos. Durante la ceremonia, leyó una placa conmemorativa entregada a Ortega Morales, la cual incluía un mensaje del Rector Rivera Campos: “Porque sus letras permanecerán en la literatura mexicana y serán el faro que guiará a las nuevas generaciones de escritores, periodistas, dramaturgos, editores y gestores culturales, siendo un ejemplo para quienes se dedican a las artes y la cultura”.

Myrna Ortega, en su participación, habló sobre la inspiración que Solares encontraba en el amor y cómo sus pasiones, que iban desde el teatro hasta la psicología y la espiritualidad, se reflejaban en su obra. Ortega leyó un fragmento del poema "No hay tal lugar" y ofreció una reflexión profunda sobre el mundo al que Solares pertenecía.

El homenaje concluyó con la lectura de fragmentos del libro presentado, al recordar la gran obra que Ignacio Solares dejó como legado cultural, no solo para la comunidad chihuahuense, sino para el mundo literario en general.