
Dicen que si arrancas la página de un libro para hacer un avión de papel puedes hacer un viaje por la imaginación y aterrizar en planetas tan pequeños que son habitados únicamente por una persona, porque cada cabeza es un mundo con posibilidades infinitas; o atravesar pueblos donde suceden cosas maravillosas, en donde pececitos de oro atraviesan la memoria y nos llevan a recuerdos maravillosos, como conocer el hielo a manos de un gitano misterioso, o ver a una mujer elevarse en medio de un remolino; o visitar pueblos condenados por el mismísimo rencor vivo, donde los murmullos de los muertos se confunden con las voces de los vivos; o recorrer las calles de un lugar que, tras la guerra, muestra cómo reconstruirse poco a poco y que visto desde los ojos de una niña es tan increíble y extraordinario que lo cotidiano siempre maravilla; o tal vez ir a un lugar en donde seamos memoria y la memoria que de nosotros se tenga.
También dicen que si arrancas la página de un libro y haces un barco de papel puedes surcar mares tan feroces que nos llevan a ínsulas gobernadas por escuderos o en donde tras la batalla se quede a la deriva en las manos de Poseidón, para finalmente encallar en un pueblo antiguo y sabio en donde podremos dialogar con uno de los pilares del pensamiento occidental.
Y si no te gusta arrancar las páginas, simplemente puedes cerrar los ojos y escuchar al viento que sacude las hojas, que arrastra el canto de las aves y los más bellos y trágicos poemas, el canto de las cosas que nos aterran o nos conmueven, que nos sorprenden en el día a día; o escuchar las profundas reflexiones de quienes se atreven a pensar diferente y cambiar al mundo con sus ideas.
La Facultad de Filosofía y Letras le da la bienvenida a todas y todos esos exploradores, a los viajeros, a los imaginantes, para que sean parte de la aventura que cada libro nos da.
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